Grietas en las paredes: ¿Qué hago?

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Si habláramos con un perito experto en diagnóstico estructural de un edificio, nos diría que, junto con las manchas de humedad y filtraciones, es igual de frecuente encontrarse con consultas de propietarios o comunidades de propietarios afectados por grietas en sus viviendas.

Al aparecer una grieta en una vivienda, sobre todo si es de grandes dimensiones, es normal que provoque intranquilidad en sus inquilinos. Seguro que consultarán con otros vecinos del mismo edificio para preguntar si ellos también las tienen, mirarán en internet, hablarán con amigos… todo para poder calmar sus nervios y averiguar si es algo grave o no. En otras palabras, si deben preocuparse por su casa.

En este sentido, hemos consultado con algunos expertos para elaborar este artículo y poder aportar información que clarifique dicha situación. De antemano avisamos que esta información sirve solo para orientar y que, en cualquier caso, es mejor consultar con un profesional que acuda a estudiar la grieta o grietas que hayan aparecido y dé las indicaciones oportunas.

Es evidente que no es lo mismo una grieta que una simple fisura. Las fisuras son fracturas que solo han dañado las partes más externas de la pared, es decir, únicamente a su recubrimiento, sin atravesar el muro.

En el caso de las grietas, la fractura atraviesa todo el grosor de la pared y, por lo tanto, es más alarmante.

Antes de seguir avanzando, debemos señalar que, en un edificio de nueva construcción, es muy habitual encontrar fisuras en la fachada y paredes como consecuencia de: el asentamiento normal del edificio sobre el suelo y su entrada en carga. Esta etapa puede alargarse durante diez años pero, si los cálculos se han hecho correctamente y el proyecto se ha ejecutado bien, las fisuras no tendrán ninguna importancia.

Por el contrario, las grietas aparecen cuando se produce una descompensación entre las tensiones que supuestamente soportaría la pared al diseñarla y las tensiones reales.  Para poder lograr de nuevo el equilibrio, la pared se quiebra y aparece la grieta.

Dependiendo del tipo de muro donde se encuentre y los materiales empleados en su construcción, pueden aparecer diversas clases de grietas. El comportamiento de las paredes hechas de tapial o de hormigón es diferente al de las paredes interiores o exteriores de ladrillo que están formadas por elementos no flexibles y pequeños, unidos por cemento. Las grietas que se originan en uno u otro tipo de pared tendrán distinto origen y particularidades. En nuestro caso, nos vamos a referir a estas últimas, las paredes hechas de ladrillo.

Imaginemos que se produce un descenso o “asiento” en los cimientos de una estas paredes de ladrillo. Este descenso origina una serie de tensiones para las que no se preparó el muro. Si no se corrige de alguna manera ese desequilibrio, se romperá el muro y se origina la grieta.

Para evaluar las grietas, su origen y cómo evolucionarán, el técnico tendrá en cuenta una serie de factores:

  • Si solo hay una o varias.
  • Si son varias, si van en paralelo o no.
  • El sentido del recorrido: horizontal, vertical o diagonal.
  • Si la grieta es continua o discontinua, escalonada.
  • Los centímetros de grosor.
  • Si es posible ver a través de ella, si está limpio o no.
  • Cómo son los bordes y los extremos.

La semana que viene seguiremos con este tema y las diversas causas que pueden llegar a ser motivo de preocupación para los propietarios.

Si necesitas asesoramiento de un experto, ponte en contacto con LOE Abogados y te informaremos sobre las distintas opciones que tienes para que se subsanen los defectos o vicios constructivos que hayan provocado las grietas en tu casa. Déjanos ayudarte a recuperar tu tranquilidad.

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